¿Qué puedo hacer?

Después de estas semanas en las que a través de la plataforma virtual del INAP he podido participar en la acción formativa “Fundamentos sobre la igualdad de trato y la no discriminación” me ha permitido observar que muchas acciones que de normales no me parecían discriminatorias lo son aún sin realizarlas con intención nunca de que así fuera y he llegado a la conclusión personal de que necesitamos mejorar y sobretodo: recibir formación al respecto para lograr una vez por todas que la igualdad sea plena y efectiva, formación que no solo precisamos los trabajadores públicos y que considero debería extenderse a nuestros niños para se enriquezcan con la diversidad y no perciban como extraño aquello que es igualdad y que nada nos haga percibir que cualquier condición hace distinta a una persona de otra ni mejor ni peor y aún más cuando residimos y formamos parte del país con mayor biodiversidad de la Unión Europea.

Debemos tener muy presente la diversidad en la gestión pública, interna y externa,  que logrará un avance fundamental desde todos los ángulos.

Tengo la suerte de realizar funciones en mi trabajo que me permiten interactuar con personas muy diversas lo cual me enriquece dado que esa diversidad indicada me permite tener diferentes visiones de parecidas funciones y que yo intento incorporar a mi persona para lograr que, como poco, mi relación con ellas sea desde la igualdad desde el respeto, la eliminación de prejuicios que interactuando con nuevas culturas, idiomas, orígenes, credos u otras circunstancias me enriquecen.

Todos los que hemos participado en esta formación somos integrantes de las diferentes Administraciones públicas y por ello todos somos corresponsables de que en la medida que podemos y debemos fomentar actuaciones para fomentar la diversidad, la no discriminación por ningún factor y la igualdad de trato porque hay muchas formas de introducir la perspectiva de la diversidad y la no discriminación en el Sector Público, partiendo de diagnósticos efectivos, apuestas comprometidas y despliegues de recursos económicos, técnicos y humanos suficientes.

Si dejar a un lado razones fundamentales como la supresión de barreras arquitectónicas para un fácil acceso de las personas con movilidad reducida, subtitulados y accesibilidad web, lectura fácil para personas con discapacidad intelectual, incluir señales y símbolos, pictogramas para señalizar espacios o comunicar servicio o procedimientos, colocación de bucle magnético para las personas que usan audífonos (yo tengo la suerte de tenerlo en mi despacho), audio descripción para las personas ciegas, interpretación en lengua de signos (también dispongo en mi puesto de trabajo de un monitor equipado con webcam que permite la conversación a tres entre el usuario, el intérprete y yo), traducción para que el idioma no sea una barrera (algo de lo que también dispongo a través de un teléfono que permite la conferencia a tres en multitud de idiomas).

En resumen, como he intentado describir disponemos de muchas herramientas para lograr suprimir barreras que permiten la igualdad en todos los sentidos y que nadie, por razón alguna, pueda sentirse discriminada por la circunstancia que sea, pero más allá de los beneficios tecnológicos y las ventajas que ofrecen al final es la actitud personal y la buena voluntad la que hace que el trato sea siempre igualitario y que no existan razones de discriminación por cualquier circunstancia personal o social. Tenemos y debemos ser ante todo buenas personas, de nada sirve todo lo expuesto si no hay voluntad personal y colectiva, no es de recibo la desigualdad ni la discriminación y quizá cada uno de nosotros solo somos una gota en un gran océano pero como dice el dicho: “gotita a gotita…” lo lograremos porque queremos y debemos.






Muchas gracias a todos los compañeros por su atención y sus aportaciones dado que de todos se aprende y sobre todo al equipo de formadores que han hecho muy fácil la formación, la participación y la solución a todas las dudas que nos han podido ir apareciendo.

 

Ha sido un verdadero placer.

 

¡Gracias!